Si se trata de hablar de un término que integre la planificación de cualquier especialista en marketing es, sin duda, la experiencia de usuario. Esta se abrevia UX, por el origen del concepto User Experience en inglés.
El primer requisito para una UX ejemplar es satisfacer las necesidades del usuario sin ningún tipo de problemas. Se trata de entender de forma profunda las necesidades de los consumidores: ¿qué necesitan?, ¿cómo valoran?, ¿cuáles son sus limitaciones que encuentras?
En palabras simples, la UX te permite recoger datos sobre cómo navegan los usuarios de tu página web. De esa forma obtienes una retroalimentación para que esta funcione de una manera más cómoda para los visitantes.
En la actualidad, las páginas web son más complejas porque tienen muchas funcionalidades. Sin embargo, eso hace que el usuario se pierda un poco o la abandone antes de tiempo. ¡El estudio de la percepción de los usuarios pretende evitarlo!
Por ejemplo: existen varias formas de acceder a tu página web, desde diferentes dispositivos, ya sean móviles o ordenadores… Pero un análisis de la experiencia de usuario te permitirá determinar cómo funciona tu web en todos los casos para así crear una sensación satisfactoria. ¡Imagínate lo frustrante que es no poder disfrutar del contenido que tanto buscabas!
Otro de los factores importantes es la generación de contenidos capaces de generar impacto o de ser novedoso. Ya no basta con la estética de tu página web sino que, además, les ofrezcas calidad. En la actualidad las ofertas son muchas, así que debes destacar.
La UX no es una disciplina ajena al SEO. De hecho, ambas están entrelazadas debido a su naturaleza: Una mala experiencia de usuario solo puede terminar en un mal posicionamiento.
Puedes satisfacer a Google pero si tu web no cumple con las necesidades de las personas será muy difícil que llegues a las primeras SERP. Ya no se trata solo de colocar keywords sino de ofrecerles una buena experiencia a los usuarios.
Incluso cada vez se entrelazan aún más: Hoy en día Google ha modificado sus algoritmos para que contemplen la facilidad de navegación de los usuarios, pero también toma en cuenta si interactúan con los enlaces internos o qué otras acciones efectúan. ¡Incluso cuenta el tiempo que permanecen dentro de la página web!
De esa forma la Inteligencia Artificial es capaz de diferenciar si la web ofrece una buena experiencia de usuario para así favorecer su ranking. Al final de todo se trata de personas no de máquinas.
A raíz de todo eso ha surgido una nueva vertiente dentro del mundo web que se denomina UX SEO que involucra lo mejor de ambos mundos: que la satisfacción de los usuarios sea la que te dé mayor visibilidad.
Tampoco hay que dejar de lado la User Interface, o Interfaz de Usuario, ya que tiene un gran impacto sobre la UX al ser la cara visible de la web ante los ojos del navegador. A diferencia de la UX, UI es un término que se usa solo en el ámbito digital.
Pero se diferencian porque la UX va mucho más allá. Se centra en la optimización de un producto para un uso eficaz e interesante, mientras que el diseño de la UI es complementario aunque muy importante para que las personas lleguen a probar toda la web.
En cuanto a las páginas web, la UI considera el aspecto y la interactividad del producto. Se trata de asegurarse de que la interfaz de usuario de la web sea lo más intuitiva posible.
Si ya estás convencido para mejorar la interfaz y la experiencia que tienen los usuarios que visitan tu página web, en Taller Digital te ayudamos a potenciar el diseño de tu sitio mejorando tu posicionamiento en buscadores, con un buen contenido y estructura técnica.
Si quieres recibir más información déjanos tus datos